La lucha por una nueva dirección
El 15 de noviembre se realizarán las asambleas ordinarias de Suteba, para discutir la memoria y balance y la política gremial para el año siguiente. En esta ocasión, además, se votan las juntas electorales seccionales para las elecciones de gremio, que se realizarán aproximadamente en mayo de 2013.
Las asambleas se realizarán cuando la docencia bonaerense haya realizado decenas de paros y movilizaciones contra la política de ajuste educativo de Scioli y Mariotto. La acción de parálisis, primero, y luego de aislamiento, de las medidas de fuerza por parte de la Celeste, son la ofrenda del yaskismo a la sintonía fina de CFK y Scioli.
Las asambleas se realizarán cuando la docencia bonaerense haya realizado decenas de paros y movilizaciones contra la política de ajuste educativo de Scioli y Mariotto. La acción de parálisis, primero, y luego de aislamiento, de las medidas de fuerza por parte de la Celeste, son la ofrenda del yaskismo a la sintonía fina de CFK y Scioli.
Rechacemos la memoria y balance de la burocracia. Por una nueva dirección
La Celeste es un puntal de todos los ataques de CFK contra la docencia, la educación pública y el movimiento obrero en general (impuesto al salario, recorte de las asignaciones familiares, ley anti-obrera de ART). Además, se cumplen ya cuatro años de funcionamiento bajo el nuevo Régimen Estatutario Cárcel de Suteba: potestad absoluta del Consejo Ejecutivo Provincial (CEP) y de los secretarios generales para levantar sin consulta alguna cualquier medida de fuerza, inexistencia de minorías, persecución y expulsión vía Tribunal de Etica y Responsabilidad Sindical, que actúa ante la simple denuncia de cualquier afiliado.
Votemos contra todo esto y por una política gremial de lucha.
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Superar el divisionismo proburocrático
El tercer balance fundamental, aunque no se vote, es superar el faccionalismo desarrollado por las agrupaciones sindicales enroladas en la ex Lila (PCR, MST, Rompiendo Cadenas / Gandolfismo), que en las elecciones pasadas prefirieron dividir a la oposición antiburocrática antes que enfrentar a la Celeste. Así ocurrió en La Matanza y en Esteban Echeverría-Ezeiza, donde la división pavimentó la victoria de la burocracia. Más grave fue lo de La Plata, donde a pesar de la división instrumentada por el PCR, el MST y también Gandolfo, ganó la lista encabezada por Tribuna Docente. Allí, la Celeste sacó 351 votos, contra 978 de las tres listas opositoras (¡!). Pero para robarle el sindicato a la lista encabezada por Amelia García, Baradel, con el apoyo de toda la CTA, en aquel momento unida, apeló directamente al fraude.
Sumados los votos de todos los sectores antiburocráticos hubieran alcanzado la dirección de al menos doce seccionales.
Hoy, los ex lilas están sufriendo la misma política en sus seccionales que ellos implementaron contra la Multicolor y los Suteba Combativos: La Celeste les ha dividido sus propias directivas y, ahora -cooptación, manejo de aparato y fraude mediante- va por todo.
La Celeste, sin embargo, no la tiene todas a su favor. Su grosera integración al gobierno K también la ha aislado, como lo muestra los encontronazos con sus aliados más importantes en el Frente Gremial (FEB), y que un gremio minoritario y de aparato como Udocba esté creciendo por las agachadas del Suteba y la tendencia de la base docente a las huelgas por fuera de este sindicato.
Llamamos a toda la oposición docente a impulsar la más amplia movilización de la docencia para rechazar la política de la Celeste y conquistar la mayor cantidad de juntas electorales seccionales posibles, presentando listas unitarias. Partimos para eso de los acuerdos alcanzados en el Plenario Opositor de fines de septiembre y de la convicción de que debe respetarse el desarrollo real de cada agrupación integrante.
El tercer balance fundamental, aunque no se vote, es superar el faccionalismo desarrollado por las agrupaciones sindicales enroladas en la ex Lila (PCR, MST, Rompiendo Cadenas / Gandolfismo), que en las elecciones pasadas prefirieron dividir a la oposición antiburocrática antes que enfrentar a la Celeste. Así ocurrió en La Matanza y en Esteban Echeverría-Ezeiza, donde la división pavimentó la victoria de la burocracia. Más grave fue lo de La Plata, donde a pesar de la división instrumentada por el PCR, el MST y también Gandolfo, ganó la lista encabezada por Tribuna Docente. Allí, la Celeste sacó 351 votos, contra 978 de las tres listas opositoras (¡!). Pero para robarle el sindicato a la lista encabezada por Amelia García, Baradel, con el apoyo de toda la CTA, en aquel momento unida, apeló directamente al fraude.
Sumados los votos de todos los sectores antiburocráticos hubieran alcanzado la dirección de al menos doce seccionales.
Hoy, los ex lilas están sufriendo la misma política en sus seccionales que ellos implementaron contra la Multicolor y los Suteba Combativos: La Celeste les ha dividido sus propias directivas y, ahora -cooptación, manejo de aparato y fraude mediante- va por todo.
La Celeste, sin embargo, no la tiene todas a su favor. Su grosera integración al gobierno K también la ha aislado, como lo muestra los encontronazos con sus aliados más importantes en el Frente Gremial (FEB), y que un gremio minoritario y de aparato como Udocba esté creciendo por las agachadas del Suteba y la tendencia de la base docente a las huelgas por fuera de este sindicato.
Llamamos a toda la oposición docente a impulsar la más amplia movilización de la docencia para rechazar la política de la Celeste y conquistar la mayor cantidad de juntas electorales seccionales posibles, presentando listas unitarias. Partimos para eso de los acuerdos alcanzados en el Plenario Opositor de fines de septiembre y de la convicción de que debe respetarse el desarrollo real de cada agrupación integrante.
Daniel Sierra
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